“LAS TEXTURAS DE PIEZAS MUSICALES DE MI ENTORNO”
La melodía de Guanajuato tiene similitudes con la canción huasteca y jalisciense, entre los ritmos más conocidos permanecen los sones y el huapango arribeño.
Dada su colindancia, las danzas y bailes normales de Guanajuato tienen similitudes lo cual se sabe como huapango arribeño, género musical compuesto por un extenso repertorio de sones (por ejemplo, El mosco y Los barreteros) estrechamente vinculados con el son huasteco, aun cuando se distinguen de este pues en su alineación de 4 o 5 músicos (dos violines, guitarra huapanguera y jarana o vihuela) es el violín quien lleva la voz vocalista, en lo que en el son huasteco la preponderancia alterna entre el violín y la jarana.
Dentro del huapango arribeño hay 2 tipos de sones: el son divino, que es solemne y respetuoso y cuya letra está dedicada a Dios o a un santo, por lo cual no debería bailarse, y el son profano, cuyo alegre ritmo invita al festejo. Por su lado, la similitud con la melodía jalisciense se refleja en 2 partes típicas del folclore eclesiásticas gracias a los movimientos —entonces calificados de obscenos— de De Guanajuato para el planeta: José Alfredo Jiménez y Juventino Rosas Hacia la zona sur, Guanajuato cuenta con una tradición musical rica en artefactos de viento, los cuales interpretan a partir de marchas hasta valses, empero más que nada polcas, género referente en más grande medida con el norte del territorio, sin embargo que en esta entidad se ha desarrollado en un estilo más refinado debido al que se le conoce como polca “de concierto”.
Cabe resaltar que el célebre compositor guanajuatense Juventino Rosas (1868- 1894) es creador de 4 de estas polcas: La cantinera, Ojos negros, Carmela y Flores de México. músicos reconocidas guanajuatenses los que se piensan poco menos que música de la autoría de José Alfredo Jiménez (1926-1973) que explica de manera poética la geografía local, y Tierra de mis amores, lírica evocación del Guanajuato Mezcla cultural europea y americana sitio luego de la Conquista tenemos la posibilidad de nombrar la Danza de los Paloteros, la peculiar una vez que lo realizan chocar entre sí, la Danza de los Sonajeros, que conforme con la zona donde se interprete lleva apoyo de violín y tambor, o sólo de violín, y la alegre Danza del Torito, en la que una secuencia de vistosos personajes dominar al torito con sus látigos al ritmo que marcan un tambor y una flauta. entre nativos y colonizadores, y la Danza de indios broncos (también famosa como Danza de bárbaros), en la cual los danzantes giran frenéticamente blandiendo machetes que golpean de tanto en tanto contra el suelo y entre ellos.
Tradición guanajuatense: las tunas y rondallas Vieja tradición de España que alcanzó México a fines del siglo XIX y se arraigó profundamente en la vida cultural guanajuatense son las estudiantinas —también denominadas “tunas”— y las rondallas. Las primeras tienen una alineación instrumental formada por mandolinas, guitarras, requinto, contrabajo, pandereta y voces a coro (a veces además se les añaden violines, acordeón y un declamador), mientras tanto que las segundas permanecen formadas sólo por guitarras y voces A diferencia de la indumentaria de los miembros de las estudiantinas —que es de estilo siglo XVI y consta de pantalones cortos, camisas de terciopelo adornadas y una capa corta con cintas multicolores—, los miembros de las rondallas generalmente utilizan discretos trajes formales. Empero la finalidad de ambas agrupaciones musicales es el mismo: interpretar alegres cantos de amor al aire temas más conocidos tenemos la posibilidad de nombrar El silbidito, Alevántate, El murciélago.
Frases importantes y claves:
La música de Guanajuato posee similitudes con la música huasteca y jalisciense,
entre los ritmos más conocidos están los sones y el huapango arribeño.
Dada su colindancia, las danzas y bailes típicos de Guanajuato poseen similitudes
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